Vivir en Plenamente Presente en el Ahora

Del libro "El poder del ahora"

"El psicoanalista Carl Jung relata en uno de sus libros una conversación que mantuvo con un jefe nativo americano que le decía que la mayoría de los blancos tienen el rostro tenso, los ojos fijos y los ademanes crueles, decía: "Siempre están buscando algo. ¿Qué están buscando? Los blancos siempre quieren algo. Siempre están inquietos y agitados?...."

Esa corriente de intranquilidad nos acompaña desde hace miles de años y esa disfunción colectiva ha creado una civilización muy infeliz y violenta, una amenaza para sí misma y para todas la formas de vida del planeta.

¿Cómo podemos librarnos de esa aflicción?: Hazla consciente. Observa los diversos modos en que la intranquilidad, el descontento y la tensión surgen en ti como consecuencia de juicios innecesarios, resistencias a lo que es y la negación del ahora. Lo inconsciente se disuelve cuando lo iluminas con la luz de la conciencia.

Trata de pillarte quejándote, de palabra o pensamiento, de la situación en la que te encuentras, de lo que los demás dicen o hacen, de tu entorno, de tu situación de vida, incluso del tiempo.

Quejarse siempre es no aceptar lo que es, y conlleva invariablemente una carga de inconsciencia y negatividad. El ahora, por supuesto, también implica el aquí.

¿Estás resistiéndote a tu aquí y ahora?. Estés donde estés, estate totalmente allí.

Si tu aquí y ahora te resulta intolerable y te hace desgraciado tienes tres opciones: 

1.- Cambia la situación emprendiendo una acción o expresando lo que piensas, siempre que sea posible o necesario;
2.- Abandona la situación o
3.- Acéptala.

Lo demás es locura. Si quieres asumir la responsabilidad de tu vida, debes elegir una de estas tres opciones, y debes elegirla ahora. Después acepta las consecuencias. Sin excusas, sin negatividad, sin contaminación psíquica. Mantén limpio tu espacio interno."

Eckhart Tolle

KARUNA - La Compasión

Del libro "Sobre la felicidad, la vida y cómo vivirla" 

"En Sánscrito existe la palabra Karuna, que significa "Compasión, el deseo de vencer al sufrimiento". La verdadera compasión no depende de que otro sea amable conmigo; se basa en la comprensión y la aceptación de que el otro también es un ser primordial y tiene derecho a ser feliz y a dejar de sufrir, con independencia de su actitud hacia mí.

Así pues, la verdadera compasión implica un sentimiento de preocupación por todas las personas. Compasión no es sinónimo de lástima; se basa en el respeto por los derechos de los demás y el reconocimiento de que el otro es como yo.
Cuando me cruzo con una persona por la calle, mis sentimientos humanos se afianzan. Tanto si la conozco como si no, le sonrío. A veces hay respuesta, a veces recibo suspicacia, pero yo obtengo el beneficio de sonreír. Que la otra persona obtenga algún beneficio dependerá de su actitud mental y de las circunstancias.

Las recompensas de practicar la compasión recaen, en primer lugar, en el practicante. Creo que es muy importante comprender esto; de lo contrario, creeremos que la compasión beneficia al otro y no nos aporta nada a nosotros.

Una actitud compasiva te ayuda a comunicarte de forma fluida con los seres humanos y otros seres primordiales. Como resultado, haces más amigos verdaderos; la atmósfera es más positiva, lo que te proporciona fuerza interior. Esa fuerza te ayuda a interesarte voluntariamente por los demás en vez de pensar sólo en ti.

Al pensar en los demás, la mente se ensancha y dentro de ese vasto espacio hasta los problemas serios pueden parecer insignificantes. Eso, en mi opinión, lo cambia todo."

Dalai Lama