La manifestación combinada de cuerpo, alma y mente crea, alrededor de la columna vertebral y la médula oblongada, las emanaciones que algunos denominan aura humana y otros campo magnético del cuerpo humano.
El hombre piensa que es materia sólida. Vive dentro de una envoltura de carne y hueso impregnada por su conciencia. La conciencia debe considerarse como el enlace del hombre con su Origen, y su flexibilidad como lo mejor que tiene el hombre en su haber, pero usada incorrectamente, es su máxima debilidad.
Ya es tiempo de que los hombres conozcan el efecto que su conciencia y sus pensamientos tienen en el aura humana, para bien o para mal.
La llama divina que está dentro del corazón de cada individuo encierra mucha más espiritualidad de lo que se imagina. En esta llama el hombre tiene depositado un catalizador que puede motivarlo a alcanzar la sintonía con su Presencia Divina.
No os dejéis engañar. La Luz está ahí para ser contemplada. La Luz está ahí para que os convirtáis en ella. ¡Reclamadla!. ¡Identificaos con ella! No hagais caso si los hombres se burlan de la sencillez, no desistais en vuestros esfuerzos candorosos de alcanzar la madurez en Dios.
El hombre piensa que es materia sólida. Vive dentro de una envoltura de carne y hueso impregnada por su conciencia. La conciencia debe considerarse como el enlace del hombre con su Origen, y su flexibilidad como lo mejor que tiene el hombre en su haber, pero usada incorrectamente, es su máxima debilidad.
Ya es tiempo de que los hombres conozcan el efecto que su conciencia y sus pensamientos tienen en el aura humana, para bien o para mal.
La llama divina que está dentro del corazón de cada individuo encierra mucha más espiritualidad de lo que se imagina. En esta llama el hombre tiene depositado un catalizador que puede motivarlo a alcanzar la sintonía con su Presencia Divina.
No os dejéis engañar. La Luz está ahí para ser contemplada. La Luz está ahí para que os convirtáis en ella. ¡Reclamadla!. ¡Identificaos con ella! No hagais caso si los hombres se burlan de la sencillez, no desistais en vuestros esfuerzos candorosos de alcanzar la madurez en Dios.
Maestro Kuthumi