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Conferencia en el Palacio Los Serranos - Febrero 2011



Conferencia impartida por Mercedes Torija el 25-02-2011 en el Palacio Los Serrano, Ávila, dentro del ciclo organizado por la Asociación de Fibromialgia de Ávila, para dar a conocer nuevas maneras de cuidar la salud.

Reflexología Podal y las dolencias crónicas, una introducción al equilibrio de la salud

Ayer mismo encontré un texto que me pareció maravilloso y muy adecuado para leer en la presentación de hoy, dice así:

"Los senderos que te llevan a encontrar tu Camino son infinitos... pero no importa por dónde transites en cada momento, sino la conciencia que pongas a cada paso.


Hoy te invito a mirar y honrar todos los pasos que has dado hasta llegar hasta este momento de tu vida, a tomar conciencia de las enseñanzas, la sabiduría alcanzada, las piedras encontradas...y acoger, abrazar y agradecer todo lo que fue y es, todo lo que te ha llevado a tu momento presente... y desde ahí coger impulso y savia nueva para renacer a cada instante.

Cada trecho recorrido enriquece al peregrino y lo acerca un poco más a hacer realidad sus sueños. Sólo la valentía durante el camino hace que el camino se manifieste..."

La Reflexología Podal es uno de esos caminos que podemos recorrer y quería hablaros de cómo esta técnica de masaje en los pies puede aliviar nuestras dolencias físicas y emocionales más profundas de manera suave y paulatina.

Se basa en realizar determinadas técnicas de masaje en los pies, tanto en su planta como en el dorso. Se trabaja en consulta, en un ambiente agradable, tranquilo y relajado con música suave, en donde quienes vienen a recibir este método natural de mantenimiento de la salud se sienten cuidados y atendidos desde la profesionalidad, ya que llevo más de trece años dentro del mundo de la reflexología podal.

La Reflexología Podal (o cualquier otra de las técnicas que trabajo, como la Técnica Metamórfica, el Reiki, las Esencias Florales o la Kinesiología) se trabaja tumbado en la camilla, tapado con una manta para no quedarse frio y dejando sólo los pies al aire, para disfrutar de la relajación y los beneficios del tratamiento durante una hora.

Y quienes ya han pasado por la consulta Karuna pueden confirmar los beneficios que han tenido y cómo han disfrutado del masaje. Que sean técnicas que ayuda a regular nuestra salud no quiere decir que sean incómodas o dolorosas, todo lo contrario.

La Reflexología es una técnica holística y como tal su objetivo es tratar al cuerpo como un todo, buscando alcanzar la raíz de la enfermedad y tratar su causa principal y no sólo el síntoma. Y es, también, una técnica complementaria de mantener y recuperar una salud equilibrada. Es complementaria porque por sí sola no cura, pero acompaña a cualquier tratamiento médico.

Quienes se adentran en el campo de las terapias complementarias deben comprender que no existen las curas instantáneas. Recuperar el estado de salud requiere un proceso de sanación que, a menudo, no sólo afecta al cuerpo sino también a la mente. Debemos hacernos todos conscientes de los abrumadores efectos que tienen en nosotros la Actitud, el Estilo de Vida, lo que Pensamos y cómo lo Pensamos y la Dieta.

La Reflexología puede considerarse como una terapia que pone a punto el cuerpo, como cuando, imaginemos, tenemos un coche de carreras, los mecánicos lo ponen a punto constantemente, cualquier pequeño cambio que tiene el coche debe ajustarse para continuar en la carrera, para mantenerse en perfecto estado. Sólo tenemos un cuerpo y lo más razonable es cuidarlo y mantenerlo a punto todo lo que sea posible.

Entonces, una vez aceptado esto, se hace evidente que para mantener o alcanzar la salud y un bienestar lo mejor posible debemos estar preparados para hacer un esfuerzo y cambiar los malos hábitos por aquellos otros que nos beneficien. Es responsabilidad de cada uno asumir o no, esos cambios y en qué medida queremos tomar las riendas de nuestras vida.

Lo cual no siempre nos resulta fácil, al menos al principio de este camino, camino que nos llevará a procurar valernos por nosotros mismos y ser autosuficientes en la medida de lo posible.

Nuestro ser necesita un tiempo para recuperarse, que es variable en cada persona, según es y ha sido su vida y sus circunstancias, y que también puede estar en función de la cantidad de tiempo en el que hemos ido acumulando nuestras dolencias y emociones bloqueadas.

Es complicado pretender que la manera de vivir cada una de nuestras vidas cambie de la noche a la mañana, todo o casi todo necesita de su tiempo, tenemos un camino que recorrer y estamos aquí para aprender de cada paso que damos. Aunque siempre hay casos de sanaciones muy rápidas o milagrosas en todas las áreas, no todos hemos venido a participar de ellas.

En nuestra sociedad estamos muy influenciados por el consumismo y nos hacen creer que necesitamos demasiadas cosas y que lo necesitamos de manera inmediata. Creemos que si no lo tenemos ¡ya! nos sentiremos mal o seremos menos que los demás. Buscamos un medicamento que nos quite el dolor casi antes de haberlo tomado, buscamos quizá la pastilla que anestesie las emociones que despiertan detrás de una molestia corporal, la tristeza antigua encerrada en un dolor o las lágrimas que creíamos tener superadas. Pero sólo mirándonos de frente y aceptándonos tal como somos es posible sanarnos.

Para que una verdadera sanación y transformación profunda en nosotros se produzca, debemos darnos nuestro tiempo, participar de cada momento del camino. Un camino de mil kilómetros se empieza dando el primer paso, no debemos sentir miedo, sólo empezar a caminar, a nuestro ritmo. Que no es el mismo para todos.

Tenemos que mirar de frente esa sensación de vacío que a veces asoma, nuestro dolor o nuestras incomodidades y traspasarlas, transmutarlas, es decir vivirlas de otra manera más consciente, desde nuestro centro.

Muchas veces en la vida nos aferramos a emociones, miedos o dolencias que en un momento determinado nos sirvieron como protección a lo que en ese momento no podíamos hacer frente de otra manera, y muchas veces no somos conscientes de que esto nos ocurre. Pero cuando esas situaciones, esas vivencias ya no nos sirven y han cambiado las circunstancias, debemos dar las gracias a la vida, por haber sido de esa manera, por haber sido la enseñanza que teníamos que vivir entonces y luego despedirnos de todo aquello que ahora ya no nos sirve. El camino es ahora diferente y debemos vivir de manera diferente.

Siempre he creído que había algo más allá de mi misma, algo muy cercano aunque también algo que desde fuera me llamaba a unirme al universo. Sigo creyendo que ese algo, que somos nosotros mismos, nuestro ser más auténtico y que al mismo tiempo formamos parte de algo más grande, Dios o el Universo…, nos llama desde nuestra profundidad, algo que albergamos cada uno de nosotros, que desde dentro nos atrae como un imán, para completarnos, sentirnos y sanarnos, lo que normalmente no es fácil.

Nos resulta duro mirarnos de frente y aceptarnos tal como somos, aferrándonos a falsas imágenes. El entorno en el que vivimos no nos facilita o más bien son dificulta, el reconocer la valía de cada uno de nosotros en la maravillosa diversidad humana. Somos como piezas de un gran rompecabezas, en donde cada uno de nosotros es diferente aunque igualmente valioso para que la vida se produzca.

Cuando uno cambia, se siente mejor y está influyendo en su familia, en su ambiente de trabajo, en su barrio… somos como piedras que caen a un lago y por cada movimiento de transformación en nuestras vidas, aunque ese cambio sea pequeño, se van generando ondas de cambio a su alrededor y así la vida va evolucionando.

En muchas ocasiones somos valerosos y fuertes, aunque sea en detalles que puedan parecernos demasiado pequeños y vamos avanzando. Estos momentos son los que debemos recordar para darnos cuenta de que podemos hacerlo y debemos celebrar cada adelanto que damos, reconocer nuestra valía y amarnos tal como somos.

Cada uno de nosotros somos alguien especial, si estamos aquí es por algo, es para algo, la vida no podría ser sin cada uno de nosotros, creo que todos somos seres llenos de luz, una luz y una valía que podemos ir sacando de nuestro interior.

Cuando era muy jovencita buscaba algo que me llevara hacia esa sensación de unidad que me faltaba y quería hacerlo desde algún trabajo con el que ayudar y cuidar a los demás. Me licencié en psicología hace ya más de 25 años y trabajé en diversas consultas. Pero ese camino fue cambiando por diversas circunstancias y la vida me fue llevando hasta las técnicas naturales que cuidan la salud física y emocional, así hace 14 años descubrí la Reflexología Podal.

Me di cuenta entonces de que una nueva puerta se abría y me fui adentrando en un mundo desconocido para mí y con unas posibilidades tan grandes y tan hermosas que enseguida me cautivó.

Con la Reflexología Podal, algo que parece tan nimio, que parece que se trata tan sólo de masajes en los pies, se mueven muchas más cosas que la circulación sanguínea, se regulan más cosas que el funcionamiento del sistema digestivo y se relaja algo más que el sistema nervioso que ayuda a aumentar nuestras defensas.

Con la Reflexología Podal ayudamos, mediante el masaje de determinadas zonas reflejas del pie, con precisos y específicos movimientos y presiones, ayudamos digo, a que las emociones que se han quedado almacenadas en determinados órganos de nuestro cuerpo, a que las contracturas que bloquean nuestro movimiento o a que los miedos que nos impiden actuar o creer en nosotros mismos, se vayan diluyendo, a que el cuerpo y las emociones se vayan regulando y a sentirnos mejor en nosotros mismos.

Y lo hacemos desde el primer momento ya que el masaje produce en nosotros la liberación de endorfinas que nos relajan y permiten que el organismo vaya hacia el funcionamiento óptimo. El cuerpo tiene un inmenso poder de auto-regeneración.

Mantener una Buena Salud Física y Emocional es Responsabilidad de cada uno de nosotros. Nuestro equilibrio necesita Atención, Voluntad y Participación Consciente. No quiere esto decir que enfermamos por culpa nuestra sino que todo proceso de salud, sea su mantenimiento o la recuperación de una enfermedad, debe ir acompañada de un acto de voluntad consciente de cuidarnos a nosotros mismos en la medida que podamos, acompañando al médico o a los terapeutas que nos ayudan desde fuera con medicinas, tratamientos o recomendaciones de estilos de vida.

Todas las emociones que sentimos, se producen y manifiestan en nuestro cuerpo y a través de él podemos expresarlas o reprimirlas. En este caso el cuerpo, donde han quedado almacenadas las emociones a las que no hemos dado salida o lo hemos hecho de manera incorrecta, se revela activando señales de alarma para llamar nuestra atención y poder así volver a su equilibrio natural, pero si no atendemos esas señales, podemos perder la salud.

Las investigaciones de las últimas décadas sobre los enlaces fisiológicos que relacionan los procesos emocionales y la pérdida o recuperación de la salud, han descubierto, por ejemplo, conexiones fisiológicas y anatómicas que vinculan el Sistema Endocrino con el Inmunitario. Quedaría así establecida una relación entre ciertas respuestas inmunitarias deficientes y algunos procesos emocionales, y cómo determinadas actitudes positivas favorecen procesos de autocuración en el cuerpo.

Las emociones olvidadas y acumuladas crean en nosotros patrones mentales, musculares y orgánicos que pueden generar procesos bioquímicos, físicos y psíquicos que nos acompañen de manera crónica.

Existen, por ejemplo, ejercicios sencillos y eficaces que ayudan a reducir e incluso a eliminar las tensiones de diferentes partes del cuerpo. Pero no debemos olvidar que esas tensiones corporales son señales que nos envía nuestro cuerpo para advertirnos de que algo va mal en nuestro interior y quizá nos quiera indicar también que es necesario un cambio de ciertas actitudes. Nos invita, en definitiva, a escucharnos, reflexionar y cambiar la manera en que vivimos y manifestamos nuestras emociones.

El psicólogo Carl Jung relata en uno de sus libros una conversación que mantuvo con un jefe nativo americano que le decía que la mayoría de los blancos tienen el rostro tenso, los ojos fijos y los ademanes crueles, decía el jefe indio: "Siempre están buscando algo. ¿Qué están buscando? Los blancos siempre quieren algo. Siempre están inquietos y agitados"

Esa corriente de intranquilidad nos acompaña desde hace miles de años y esa disfunción colectiva ha creado una civilización muy infeliz y violenta, una amenaza para sí misma y para todas la formas de vida del planeta.

Pero ¿Cómo podemos liberarnos de esa aflicción? Pues haciéndola consciente. Tenemos que observar los diversos modos en que la intranquilidad, el descontento y la tensión surgen en nosotros como consecuencia de juicios innecesarios, resistencias a lo que es y la negación del ahora. Lo inconsciente se disuelve cuando se ilumina con la luz de la consciencia.

Tratemos de pillarnos quejándonos, de palabra o de pensamiento, de la situación en la que nos encontramos, de lo que los demás dicen o hacen, de nuestro entorno, de nuestra situación de vida, incluso del tiempo.

Quejarse siempre es no aceptar lo que es, y conlleva invariablemente una carga de inconsciencia y negatividad. El ahora, por supuesto, también implica el aquí. Tenemos que ver si nos estamos resistiendo a nuestro aquí y ahora. Estemos donde estemos, debemos estar totalmente presentes. No debemos estar haciendo una cosa y estar pensando en otra sino que debemos procurar estar totalmente presentes y conscientes en lo que estamos haciendo en ese momento.

Si nuestro aquí y ahora nos resulta intolerable y nos hace desgraciados tenemos tres opciones:

1.- Cambiar la situación comenzando una acción o diciendo lo que pensamos, siempre que sea posible o necesario,
2.- Abandonar la situación o
3.- Aceptarla.

Lo demás es locura. Si queremos asumir la responsabilidad de nuestra vida, debemos elegir una de estas tres opciones, y debemos elegirla ahora. Después debemos aceptar las consecuencias. Sin excusas, sin negatividad, sin contaminación psíquica. Manteniendo limpio nuestro espacio interno.

Una de las maneras de ayudarnos a mantener esa presencia consciente en cada uno de los momentos de nuestra vida es la Reflexología Podal. Como también lo son otras técnicas muy importantes para nuestro propio despertar, para llegar a nuestro verdadero potencial. Como la Técnica Metamórfica, las Esencias Florales o el Reiki.

La Técnica Metamórfica, como decía Robert St. John, quien trabajando con niños que tenían Síndrome Down descubrió esta novedosa y profunda técnica de transformación personal, proporciona unas bases excelentes para la propia metamorfosis. Es una forma revolucionaria de enfrentarse a la vida.

Durante los nueve meses de gestación es cuando se establecen las capacidades de la vida humana. Hay diferentes factores que nos influyen en esa etapa: la manera de ser de nuestros padres, el entorno, la cultura, el grado de evolución de la humanidad, las influencias cósmicas, y cómo ha vivido y sentido nuestra madre durante su embarazo. Somos pues la consciencia desarrollada durante la gestación. Aquí hay que tener en cuenta por otra parte que las vivencias y las circunstancias de nuestras madres, como las nuestras ahora, están para aprender algo y cada uno lo hace lo mejor posible en cada momento de su vida. No se trata de echar la culpa a nadie.

Se recibe igualmente tumbado en la camilla, tapado y dejando los pies al descubierto, trabajando sobre los reflejos espinales de los pies, las manos y la cabeza, con toques muy suaves, porque se trabaja a nivel de desbloqueo emocional y energético.

¿A qué me refiero cuando hablo de bloqueo energético? A cuando las cosas no nos van bien, cuando nos sentimos restringidos por nuestra situación actual, cuando decimos que “estamos estancados en la rutina”. En cambio cuando decimos que “fluimos con la corriente” son momentos en los que nuestra energía fluye con libertad y podemos darnos cuenta de que los aparentes obstáculos son nuevas oportunidades para aprender y crecer.

Podemos hacer una comparación de la vida con el agua. Puede suceder que el rio tenga cantos y ramas en su cauce que impidan que fluya el agua, pero su potencial de cambio y movimiento siguen existiendo por debajo de bloqueos y dificultades. Nuestro propio movimiento y nuestra capacidad para el cambio puede encontrarse bloqueada, pero toda la fuerza vital está ahí esperando para llevarnos a una mayor libertad.

Pueden venirnos durante la sesión de masaje metamórfico imágenes de hace mucho tiempo, sentimientos olvidados, una vivencia diferente de algo que nos pasó…

Se utiliza el término metamorfosis en el contexto del crecimiento personal en reconocimiento del hecho de que la transformación de la vida de cada persona puede producirse de modo natural, siempre que la energía necesaria parta de él o de ella.

Es la fuerza esencial de la persona la que desbloquea y así los procesos curativos de la mente, el cuerpo y el espíritu pueden producirse siendo de gran ayuda en enfermedades crónicas ya que permite ir quitando capas que impiden expresar nuestro verdadero potencial. El resultado de la metamorfosis es visible a través de un cambio en nuestro modo de ser. Nos hace ir de lo que somos a lo que podemos ser.

En la Naturaleza la bellota se convierte en roble y una oruga se transforma (metamorfosea) en mariposa. Así, nosotros tenemos dentro la capacidad de convertirnos en más de lo que somos en este momento.

Hay un pequeño cuentito que habla de un niño que vio cómo se abría el capullo de una mariposa que intentaba salir. El niño sintió pena de aquella mariposa y quiso ayudarla a salir rompiendo el capullo para que saliera antes, pero la mariposa no pudo volar, para poder hacerlo debió haber salido sola y que sus alas adquirieran la fuerza necesaria para valerse por sí misma.

También nosotros necesitamos nuestro tiempo para poder volar, para poder sacar todo nuestro potencial. Debemos caminar nuestro camino, los demás pueden ayudarnos, pero sólo nosotros podemos caminar nuestra vida.

Otra técnica que ayuda a equilibrarnos es el Reiki. Es otra técnica de crecimiento personal, de reencuentro con la paz y la serenidad. Se trabaja igualmente tumbados en la camilla, y mediante la imposición de manos por todo el cuerpo, menos por las zonas genitales, se regula el funcionamiento de los chacras, que son centros energéticos de nuestro cuerpo, descubiertos por culturas milenarias y que al estar equilibrados permiten el fluido energético y un bienestar mayor.

El Reiki es muy relajante y he comprobado en consulta el enorme poder para rebajar la ansiedad de la persona que lo recibe. Además se van adquiriendo niveles cada vez más altos de auto-consciencia y de saber qué es lo que se quiere.

Y junto a la Reflexología Podal, la Técnica Metamórfica y el Reiki trabajo también en consulta desde hace años las Esencias Florales, que son más conocidas como Flores de Bach, de las que ya ha hablado Mercedes.

Las trabajo testando con Kinesiología (que es la técnica de preguntar al cuerpo mediante el test muscular si algo le viene bien o no) qué esencias florales son las más convenientes para la persona en ese momento en particular, ya que de esta manera podemos llegar al verdadero origen de alguna dolencia emocional o física.

Todas estas técnicas son de gran utilidad en personas de todas las edades, desde niños muy pequeños hasta ancianos. La buena salud es algo tan importante que cualquier instrumento que contribuya a restablecerla o mantenerla debe tenerse en cuenta y aplicarlo.

Volviendo a hablar de la Reflexología Podal hay que decir que ha desarrollado una serie de técnicas especiales para localizar con exactitud dónde se producen los trastornos y ayudar a regular el funcionamiento normal y equilibrado de los tejidos y órganos.

Las personas que reciben sesiones de Reflexología Podal se sienten mejor y encuentran alivio y mejoría en los trastornos biológicos y emocionales que les llevaron a buscar ayuda. Sentir el contacto de las manos es algo que tiene una significación especial para muchas personas y este contacto en los pies produce una sensación de relajación muy beneficiosa.

La Reflexología demuestra una impresionante capacidad para estimular la auto-regulación del organismo y contribuye a su equilibrio. Influye en el flujo de la energía corporal. Consigue eliminar los bloqueos e interrupciones de circulación de la sangre y del líquido linfático.

Los pies son un extremo del cuerpo y la sangre y la linfa, lejos del corazón, deben ascender desde ellos venciendo la resistencia de la gravedad. La circulación de estos fluidos es de vital importancia. Como en cualquier otro flujo, existen partículas pesadas que tienden a sedimentarse, especialmente cuando la corriente no es muy rápida.

Además, el flujo demasiado lento puede producir una pobre oxigenación de los tejidos y una eliminación insuficiente de los residuos, que a veces pueden llegar a espesar la sangre, con lo que se dificulta su circulación.

La Reflexología Podal mejora la circulación y estimula el sistema nervioso. Es imprescindible que el aporte de sangre a cada uno de los órganos sea el correcto, para aportar los nutrientes y el oxígeno necesarios, pero además todos los órganos reciben” instrucciones” del sistema nervioso, información que llega a los órganos corporales a través de las terminaciones nerviosas que conducen los impulsos nerviosos.

A veces hay pequeños cortocircuitos que crean problemas. Muy a menudo estos cortocircuitos están provocados por la presión sobre el plexo solar o sobre una terminación nerviosa. El plexo solar en un conjunto de nervios a la altura del estómago y que es donde sentimos que se nos “agarran los nervios”.

Cuando la tensión se relaja, la presión sobre las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos disminuye o desaparece, por lo que mejora inmediatamente el aporte de sangre a todo el organismo. Esta mejora de la circulación sanguínea y la estimulación del sistema nervioso lo conseguimos mediante la Reflexología Podal. Todo ello contribuye además a mejorar el funcionamiento del sistema inmunitario y por ello es tan eficaz en las dolencias crónicas.

Existen más de 7.000 terminaciones nerviosas en cada pie y estas terminaciones tienen numerosas conexiones con todas las zonas del cuerpo a través de la médula espinal y el cerebro. Quizá este hecho explica por qué nos sentimos mejor después de un masaje de Reflexología Podal.

Los pies constituyen una auténtica mina de posibilidades de relajar la tensión y mejorar la salud. Por ello la reflexología Podal debería ser aplicada de manera habitual como un valioso complemento del tratamiento médico. Ya que, además, es un sistema totalmente seguro y enormemente efectivo.

El objetivo de la reflexología es ayudar a los seres humanos, todo lo que pueda, en cualquier lugar y en cualquier momento que resulte posible. Y proporcionar ayuda y bienestar a nuestros semejantes con un método natural.

Ahora bien, la reflexología podal no diagnostica enfermedades, ni se puede hacer un auto diagnóstico. Los síntomas que percibimos en la consulta pueden ser indicativos del estado de alguna parte del cuerpo, pero en caso de enfermedad o ante el menor síntoma de molestias es imprescindible consultar al médico que es el profesional cualificado y competente.

LOS ANTECEDENTES
Una forma de tratamiento por medio de puntos de presión fue conocida en India y China hace unos 5000 años. Los antiguos chinos desarrollaron la técnica de la acupresión, basada en el conocimiento de las zonas reflejas. Hoy la rama más desarrollada de esta antigua forma de terapia es la acupuntura.

Aparte de los chinos, otras culturas antiguas también practicaban el masaje en los pies como una forma de medicina terapéutica y preventiva. La documentación más antigua que describe la práctica de la reflexología fue descubierta en el antiguo Egipto, tal como puede verse en las inscripciones de la tumba de un importante médico a comienzos de la VI dinastía (alrededor del año 2.330 a.c.) y cuyo jeroglífico dice: “No me hagas daño”, a lo que el médico responde: “Yo haré lo que debo, tú pide por mí”. En esta pintura se observan dos parejas de hombres, en una de ellas el médico toca los pies del paciente y en la otra el médico toca la mano del paciente.

A principios del siglo pasado el Doctor Fitzgerald, médico del Hospital de Boston y reputado laringólogo del Hospital de San Francisco de Hartford entró en contacto con la llamada entonces terapia zonal, comenzó a trabajar con las manos, presionando diferentes zonas con aparatos para aliviar el dolor y tuvo mucho éxito. Publicó un libro titulado “La terapia zonal” en el que hablaba de la relación entre determinadas partes del cuerpo y otras y aunque en aquél momento no tuvo mucha repercusión entre la clase médica, la semilla estaba plantada.

Otro médico, el Doctor Riley y especialmente una colaboradora suya, EUNICE INGHAM, se interesó por la terapia zonal. Eunice Ingham empezó a investigar y a trabajar con sus propias manos, no con instrumentos como decía el Dr. Fitzgerald y consiguió localizar las zonas sensibles de los pies, sobre estimuló los reflejos y produjo algunas reacciones.

Ella diferenció la Terapia Zonal de la Reflexología Podal. Con sus investigaciones hizo un diagrama de los pies en relación con las zonas y con sus efectos sobre el resto de la anatomía y finalmente trazó en los pies un “mapa” de todo el cuerpo.

Sus hallazgos fueron tan significativos y sus tratamientos tan efectivos, que muy pronto su reputación se extendió como reguero de pólvora. Se la invitó a hablar en convenciones y compartió sus conocimientos con diferentes profesionales pedicuros, masajistas, fisioterapeutas, naturópatas y osteópatas; viajando durante más de 30 años por estados Unidos enseñando su método.

De cualquier modo la llamada Terapia Zonal es tan antigua como la humanidad ¿Quién no se pone la mano inmediatamente al darse un golpe o al dolerle alguna zona del cuerpo y apretar?

¿QUÉ ES LA REFLEXOLOGÍA?
El cuerpo humano es una máquina delicadamente equilibrada donde todo trabaja en armonía para beneficiar a todo lo demás. Cuando la actividad de todo el organismo trabaja en perfecta armonía hay homeostasis es decir equilibrio. Y para que todo esté en equilibrio hay que procurar el funcionamiento óptimo de cada sistema del cuerpo, de las glándulas, órganos, nervios, sustancias químicas, etc.

Si una de estas parte no funciona como debe se resiente todo el organismo. La visión holística del ser humano se basa en este principio. Cada parte de nosotros, sea a nivel físico, mental o emocional influye en todo el resto, puesto que somos un Todo, somos una Unidad. Y este es el principio de la Reflexología Podal, cuidando que cada sistema del cuerpo esté a pleno rendimiento.

Esto es así porque la reflexología se basa en el principio de que en el pie, tanto en su planta como en el dorso, existen zonas reflejas que se corresponden con todas las partes, órganos y glándulas del cuerpo. Es un método específico de masaje con los dedos de la mano en dichas zonas reflejas.

Son muchísimos los efectos que produce, pero podemos destacar los siguientes:
*Libera el estrés y la tensión
*Mejora la circulación sanguínea, del sistema linfático
*Desbloquea el flujo de la corriente nerviosa, y
*Ayuda a mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico, con lo que la naturaleza puede conseguir el equilibrio.

Esto a nivel físico, porque del mismo modo que se liberan tensiones físicas, lo hacen las tensiones emocionales, los sentimientos o dolores guardados tan profundamente que muchas veces no somos conscientes de tenerlos. En las sesiones de Reflexología Podal surgen, en muchas ocasiones, antiguas emociones escondidas que se liberan y pueden ser sanadas en la intimidad de la consulta. Nada sale al exterior por parte del reflexólogo, quien mantiene el secreto profesional.

Surgen sin haber previsto que salieran, quizá ni sabíamos que estaban allí. O tal vez sólo sintamos cómo salen las lágrimas tanto tiempo dormidas, sin saber cómo ni por qué. Limpiamos así, poco a poco, capa a capa, las vivencias dormidas que pujan por salir a la superficie y ser sanadas y sentidas de otra manera. Nuestro Ser y nuestro Cuerpo salen renovados y más tranquilos de la sesión de Reflexología Podal. Tan sólo tenemos que permitirnos el reencuentro con nosotros mismos. Es algo que verdaderamente merece la pena, Siempre se Gana con ello. Es como volver a casa.

Nuestros pies nos conectan con el suelo y, por lo tanto, representan una conexión entre nuestra vida terrenal y espiritual. Son nuestra base y nuestro contacto con la tierra y con las energías que fluyen a través de ella. Y también desempeñan un papel esencial en la obtención y conservación del bienestar y una mejor salud.

Esto es así porque los pies representan un perfecto microcosmos del cuerpo. Todos los órganos, glándulas y otras partes del cuerpo se encuentran dispuestos de la misma manera en los pies como “reflejos” de las distintas partes del cuerpo. Un reflejo es una respuesta involuntaria o inconsciente a un estímulo.

En reflexología, cuando se estimulan de forma correcta los reflejos de los pies, se produce una respuesta involuntaria en aquellos órganos y glándulas conectados a través de caminos de energía a estos reflejos específicos, pudiendo ejercer una profunda influencia sobre nuestro estado de salud.

Al estimular las terminaciones nerviosas de los pies, los nervios conducen los impulsos eléctricos de naturaleza electroquímica que dan lugar a un “mensaje” que pasa a través de las neuronas aferentes (aquellas que transmiten los mensajes) los ganglios (un conjunto de células y fibras nerviosas que constituyen un centro nervioso fuera de la médula espinal y el cerebro), las neuronas eferentes (que transmiten los mensajes desde el centro a la periferia) y luego al órgano que dará una respuesta.

QUE PUEDE HACER LA REFLEXOLOGÍA POR NOSOTROS

La Reflexología reduce el estrés y relaja la tensión.
El estrés resulta muy difícil de evitar, ya que forma parte de nuestra vida moderna. Hoy en día, niños, ancianos o personas de todas las edades estamos sometidos a diferentes grados de estrés.

Un porcentaje muy alto de las enfermedades actuales pueden atribuirse al estrés y a la tensión que afectan de diferente manera al funcionamiento del cuerpo. Hay personas que sufren de tensión alta, puede tener palpitaciones, cefaleas, problemas gastrointestinales… y si estamos en situaciones constantes de estrés llegamos a la fatiga, la ansiedad y la depresión.

Ayuda a eliminar la toxicidad.
La toxicidad es una de las causas más comunes de muchas enfermedades y achaques diversos. Las sustancias tóxicas a las que nos hallamos expuestos por la comida, la bebida o el aire que respiramos forman cristalizaciones muy nocivas que se acumulan al final de las terminaciones nerviosas interfiriendo en las corrientes electromagnéticas del cuerpo, lo que produce enfermedad y envejecimiento. Cuando la energía se reduce al mínimo en una determinada zona, las glándulas y órganos se deterioran.

Del mismo modo esas toxinas se acumulan en la sangre y su circulación se dificulta como decíamos antes y del mismo modo la linfa no puede realizar su trabajo de limpieza en el cuerpo.

La Reflexología Podal puede mejorar la eliminación de toxinas al aplicar la presión específica en las zonas correspondientes de dicha acumulación y trabajando regularmente sobre el pie se consigue muchísima mejoría.

Ayuda a la naturaleza a conseguir la homeostasis.
Las glándulas y los órganos hiperactivos pueden recibir ayuda para volver a la normalidad. En sentido contrario, cuando un órgano o una glándula están por debajo de su funcionamiento normal, la reflexología ayuda a recuperar ese nivel adecuado. Es importante señalar que la acción normalizadora de la reflexología no traspasa los límites del equilibrio natural.

Es decir, una vez conseguido el equilibrio en el funcionamiento, éste no se desequilibra porque sigamos trabajando en determinada zona refleja. El exceso de trabajo sobre un área podría, en todo caso, provocar alguna reacción menor, como un exceso de mucosidad nasal o algún pequeño episodio de diarrea, pero este tipo de reacciones son una limpieza más profunda del organismo que elimina toxinas y sustancias nocivas.

Un masaje en los pies activando las zonas reflejas, no puede producir mucosidad o la eliminación de toxinas que antes no estuvieran ahí. En pocas palabras, la reflexología no puede dañar un sistema, se limita a devolverle el equilibrio.

De cualquier modo vuelvo a repetir que quienes trabajamos Reflexología Podal, Técnica Metamórfica o Kinesiología, no podemos hacer diagnósticos, sólo los médicos están cualificados para ello y por supuesto no recomendamos en ningún momento dejar el tratamiento que se esté tomando.

En las enfermedades crónicas, como la fibromialgia, la reflexología ayuda mucho ya que para empezar produce una profunda relajación, que es mayor a medida que las sesiones de masaje en los pies se suceden.

Y como he dicho antes al relajar la musculatura del pie se liberan de la presión las terminaciones nerviosas, al activar y mejorar la circulación de la sangre circula con mayor facilidad con el consiguiente aporte de oxígeno y nutrientes a todo el organismo y ayudando igualmente al flujo linfático, tan importante para limpiar el cuerpo y mantener su buen funcionamiento. Y al mismo tiempo nos ayuda a liberar emociones retenidas con lo que nuestro cuerpo sale siempre beneficiado.

Por todo ello la Reflexología Podal es de gran ayuda en dolencias crónicas y permite tener una mejor calidad de vida.

-Podemos cambiar el modo de sentir y ver nuestra vida.
-Podemos mejorar el funcionamiento de nuestros sistemas energéticos y aliviar el dolor
-Al hacerlo, nos liberamos de nuestras creencias negativas, permitiéndonos hacer lo que siempre hemos deseado en la vida, ese profundo anhelo que hemos tenido desde la infancia, ese sueño secreto

Muchas Gracias